El funcionamiento de un motor eléctrico es mucho más sencillo que el de uno de combustión. Esto es algo curioso, sobre todo, teniendo en cuenta que son capaces de ofrecer las mismas prestaciones y que es una tecnología mucho menos extendida. Por ello, en Ovaobike queremos contarte cómo es realmente el que equipan nuestras motos para que entiendas todo lo es capaz de ofrecerte.
Características del motor eléctrico de una moto
Todos sabemos cómo funciona un motor de combustión. De hecho, este conocimiento es obligatorio para la Dirección General de Tráfico, que incluye preguntas al respecto en todos sus exámenes de conducción. Sin embargo, cuando hacemos referencia a una moto eléctrica, el asunto no está tan claro.
Sin embargo, un motor eléctrico es extremadamente sencillo. Ni siquiera difiere mucho del equipado en un taladro o en una batidora de mano. Y con estos dispositivos seguro que estás perfectamente familiarizado.
Esta sencillez hace que resulte muy complicado que los motores eléctricos se averíen o se estropean. Piensa que, en su interior, no se produce combustión de ningún tipo, no hay aceites ni bujías, tampoco correas… Además, no generan fricción, ya que no hay piezas de metal entrando en contacto constantemente con otras. Tampoco emiten residuos de ningún tipo.
Componentes fundamentales del motor eléctrico de una moto
Para entender cómo funcionan este tipo de motores y desmontar algunos mitos en torno a ellos, es necesario saber en primer lugar cuáles son sus partes. Aquí lo explicamos.
La batería
En ella se almacena el “combustible”. Entrecomillamos esta palabra puesto que la electricidad no requiere combustión, aunque cumple la función de la gasolina o el diésel, que sí requieren de este proceso para generar energía.
La mayoría de motos eléctricas, como es el caso de la Ovaobike MCR-HUB y del resto que componen nuestro catálogo, poseen una batería de iones de litio muy parecida a la de cualquier smartphone o tablet. Esto se debe a que ofrecen una gran capacidad ocupando un espacio bastante reducido. De hecho, en muchos casos, es posible extraerla para llevarla a casa y recargar su autonomía desde un enchufe convencional.
La vida útil de una batería de litio alcanza los 2000 ciclos de carga y su capacidad se mide en amperios por hora (Ah) o, en su defecto, en miliamperios por hora (mAh). En su interior alberga una serie de módulos similares estéticamente a las pilas AA que todos conocemos. Estas son las responsables de acumular la electricidad, dadas las excelentes cualidades del litio al respecto.
Uno de los mitos que aquí queremos desmontar es que las baterías de las motos eléctricas no son capaces de alimentar motores muy potentes. Nada más lejos de la realidad. Si te gusta el motociclismo, seguro que alguna vez has visto una carrera de MotoE, la Copa del Mundo de Motos Eléctricas.
Esto, además, ha ayudado a desarrollar sistemas de seguridad muy efectivos. No olvidemos que el litio es un mineral muy inestable si entra en contacto con el oxígeno y con el agua. Por ello, si existe cualquier mínimo riesgo, la moto suspenderá el suministro al motor para garantizar tu seguridad.
El inversor, conversor o controlador
Muchos expertos lo definen como el “cerebro de la moto eléctrica”. ¿El motivo? Es el elemento responsable de dosificar el paso de la energía desde la batería al motor y al resto de componentes electrónicos del vehículo (luces, intermitentes, cuadro de mandos, etc.). También transforma la corriente continua almacenada en la batería a corriente alterna, que es la utilizada por dicho motor. Lo mismo podemos decir respecto al voltaje.
Por su parte, como sucede en la eléctrica de gran potencia MCR-S, hay motos con sistemas de recuperación energética. En este caso, el inversor funciona de un modo contrario al que hemos descrito. En concreto, el motor obtiene energía durante la frenada y, a continuación, la envía a este componente para que la lleve hasta la batería, incrementando su autonomía. Es un sistema muy parecido al del KERS utilizado por los Fórmula 1.
El propio motor
En la mayoría de las motos de este tipo, el motor se sitúa en la rueda trasera de la moto eléctrica. Se conoce como motor tipo Hub y tiene forma de plato. Va anclado a la llanta y, por tanto, no requiere de correas ni cadenas para transmitir la energía que hace posible el movimiento. Algo que, como dijimos anteriormente, se traduce en una mayor sencillez mecánica, menos mantenimiento y menor riesgo de averías. Para comprobar cómo es, echa un vistazo a nuestra moto eléctrica deportiva MCR-HUB.
En estos casos, lo único que podemos encontrar son cables que llevan la energía desde la batería al inversor y desde este al motor. Sin embargo, el proceso es ligeramente diferente en aquellos motores que se sitúan en el interior del chasis. Eso sí, la base teórica sobre la que funcionan es idéntica.
La diferencia está en que, en este caso, la fuerza generada por el motor eléctrico va dirigida a un piñón de ataque, lo mismo que sucede en las motos convencionales. Por tanto, en este caso, sí que es necesario el uso de correas y cadenas.
Pero ¿cómo funciona exactamente un motor eléctrico? Para entenderlo, hay que hablar de los dos principales elementos que lo forman:
- Estátor. Es la pieza circular del motor. Es fija y se presenta envuelta en una bobina de cobre. Cuenta con diferentes secciones colocadas unas frente a otras de manera diametral. Cada una de ellas tiene una determinada polaridad (positiva o negativa).
- Rotor. Es la pieza que gira, como da a entender su nombre. Se sitúa en la parte central del motor.
Cuando la electricidad llega al motor desde la batería, las diferentes secciones del estátor se cargan de energía. Esto hace reaccionar al rotor mediante magnetismo. Al estar unido a la llanta, gira con él y la moto avanza. Evidentemente, cuanto más rápido se carguen dichas secciones del estátor, más rápido girará el rotor y con mayor velocidad circulará la moto.
Evidentemente, esta es una explicación simplificada, ya que dentro de un motor eléctrico hay una serie de sensores que se ocupan de regular el movimiento del rotor y de la rueda. Sin embargo, con esto es suficiente para entender en qué consiste.
El par motor
Es otro aspecto importante dentro del funcionamiento de un motor eléctrico dentro de una moto. Debido a las características de este tipo de vehículos, es posible alcanzar el par máximo desde el primer instante. Algo que no sucede en las motos de combustión, que necesitan alcanzar primero un determinado número de revoluciones. Este es el motivo por el que las motos eléctricas aceleran de forma tan rápida.
Esto se traduce en otra ventaja: las motos eléctricas no cuentan con sistemas de cambio de marcha, lo que te ahorrará otro componente dado a averías. ¿El motivo? No lo necesitan. Eso sí, no es raro que los modelos que incluyen el motor eléctrico dentro del chasis puedan jugar con el par motor, pero es más difícil en aquellas que lo tienen en la rueda trasera.
¿Cómo se mide la potencia de un motor eléctrico?
Esta es, sin duda, una de las cuestiones que más te preocupará si estás pensando en comprarte una moto eléctrica. Y es que, a poco que hayas echado un vistazo a nuestro catálogo, te habrás dado cuenta de que la potencia de un motor eléctrico no se mide en CV, sino en kW.
Sin embargo, pasar de una unidad a otra es muy simple si sabes que 1 CV equivale a 0,7457 kW. Por ejemplo, la Ovaobike MCR-S cuenta con un motor eléctrico capaz de ofrecer 22 kW de potencia a través de su modo turbo. Esta cifra es equivalente a 29,50 CV en una moto de combustión interna. Para que te hagas una idea, este modelo es capaz de alcanzar los 148 kilómetros por hora. Cifra más que suficiente para circular tanto por ciudad como por carretera con total soltura.
Si pones el foco en la moto 125 MCR-Mid, te encontrarás con un motor eléctrico de 17 kW, es decir, de 22,8 CV de potencia. En este caso, su velocidad máxima se sitúa en los 130 kilómetros por hora. Nuestro modelo más pequeño, el Ovaobike MCR-HUB, alcanza los 9,1 kW (12,20 CV) y llega a los 105 kilómetros por hora.
Un motor eléctrico solo ofrece ventajas
Queda claro, tras todo lo que hemos comentado, que un motor eléctrico ofrece muchas ventajas respecto a uno de combustión interna. Tiene una mecánica mucho más simple y, por tanto, requiere de menos mantenimiento y es menos propenso a sufrir averías. Además, utiliza un combustible mucho más económico y sus baterías se pueden recargar en casa cómodamente. A todo esto hay que sumar que no contaminan, no generan ruido y aceleran mucho más rápido.
Dicho esto, no se nos ocurre ningún motivo por el que, si estás pensando en comprarte una moto, no optes por un modelo eléctrico. En Ovoabike ponemos a tu disposición tres motos diferentes según tus necesidades de uso. Todas ellas ofrecen un comportamiento excelente tanto en ciudad como en carretera.